Obra ganadora del Segundo Premio en la modalidad de poesía en Secundaria y Bachillerato del Certamen Literario organizado por nuestra Mancomunidad de Municipios.
Bajas lento como una serpiente
Con tu pausada y discreta corriente
Tus aguas son frescas y claras
Y tus flancos están llenos de rocas doradas
La verde hierba se mece en tus orillas
Mezclada con plantas de flores sencillas
Sobre tus aguas el rumor del viento
Baila con ella y aplaca el silencio
Mientras fluyes entre la sierra perdido
Los peces nadan y juegan contigo
De tu torrente mana fuente de vida
Por eso tus gentes te miman y cuidan
Santiago Cid Ortega. 1º ESO
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viernes, 21 de enero de 2011
El Río y el Valle
Obra ganadora del Primer Premio en la modalidad de poesía en Secundaria y Bachillerato del Certamen Literario organizado por nuestra Mancomunidad de Municipios.
En el cerro de la Calaveruela
tiene más cierta su cuna
alegre agua del sur
como un cristalino espejo
donde se miran la lunas .
Entre adelfas , mirtos y fresnos
en medio del verde valle
lo veo venir de lejos
por los senderos de la tarde
y por estos caminos viejos .
Que nadie olvide su nombre
ni los patos , ni las garzas
ni las cigüeñas en el campanario
ni las grullas en el invierno
dejen de pregonar este silabario :
¡ Guadiato ! , dicen las nubes
¡ Guadiato ! , el cielo tan alto .
Hay pueblos de casitas blancas
con sus calles primordiales
calle de la Flor , de la Estrella ,
de la Alegría , del Viento...
con su gentes tan cordiales .
El valle , extensa llanura ,
ofrece su paleta de colores
en tierras de profunda negrura
en otras más verdes y ocres ,
toda clase de hermosura .
Y sigue el río descubriendo
Peñas rojas , villas altas
nuevas villas , villas reales
Del castillo las murallas
lo saludan cuando pasa .
¡ Guadiato ! , dicen las sierras
¡ Guadiato ! , el valle exclama.
Ojuelos altos y bajos ,
ojitos de un puente árabe ,
cañadas y bellos paisajes
siguen las huellas del río
en los espacios naturales .
Bosques de galerias largas ,
dehesas con encinares ,
húmedas riberas frondosas
sorprenden a los caminantes
por sus vistas tan hermosas .
Embalses donde duerme el agua
arroyuelos y fuentes claras
Aqui escucho una suave voz ,
la brisa del río que habla
y que va susurrando despacio :
¡ el Guadalquivir me llama ! .
Lydia Díaz Rodríguez. 1º ESO
En el cerro de la Calaveruela
tiene más cierta su cuna
alegre agua del sur
como un cristalino espejo
donde se miran la lunas .
Entre adelfas , mirtos y fresnos
en medio del verde valle
lo veo venir de lejos
por los senderos de la tarde
y por estos caminos viejos .
Que nadie olvide su nombre
ni los patos , ni las garzas
ni las cigüeñas en el campanario
ni las grullas en el invierno
dejen de pregonar este silabario :
¡ Guadiato ! , dicen las nubes
¡ Guadiato ! , el cielo tan alto .
Hay pueblos de casitas blancas
con sus calles primordiales
calle de la Flor , de la Estrella ,
de la Alegría , del Viento...
con su gentes tan cordiales .
El valle , extensa llanura ,
ofrece su paleta de colores
en tierras de profunda negrura
en otras más verdes y ocres ,
toda clase de hermosura .
Y sigue el río descubriendo
Peñas rojas , villas altas
nuevas villas , villas reales
Del castillo las murallas
lo saludan cuando pasa .
¡ Guadiato ! , dicen las sierras
¡ Guadiato ! , el valle exclama.
Ojuelos altos y bajos ,
ojitos de un puente árabe ,
cañadas y bellos paisajes
siguen las huellas del río
en los espacios naturales .
Bosques de galerias largas ,
dehesas con encinares ,
húmedas riberas frondosas
sorprenden a los caminantes
por sus vistas tan hermosas .
Embalses donde duerme el agua
arroyuelos y fuentes claras
Aqui escucho una suave voz ,
la brisa del río que habla
y que va susurrando despacio :
¡ el Guadalquivir me llama ! .
Lydia Díaz Rodríguez. 1º ESO
jueves, 23 de diciembre de 2010
XI CERTAMEN LITERARIO "Vivir en el Guadiato"
Nuevamente alumos/as de nuestro centro obtienen premios en en Certamen Literario organizado por nuestra Mancomunidad de Municipios. Concretamente se trata de:
POESÍA EDUCACIÓN PRIMARIA
2º Premio la obra titulada “El valle del Guadiato, es mi Comarca”de Rafael Torres Morales
POESÍA ESO- BACHILLERATO
2º Premio la obra titulada “El Río Guadiato” de Santiago Cid Ortega
1er. Premio la obra titulada “El Río y el Valle ” de Lydia Díaz Rodríguez
De Lidia no tenemos fotos ya que pocos días antes había sufrido una operación y evidentemente no podía asistir
La entrega de estos premios se llevó a cabo el pasado viernes 17 de diciembre, a las 19'30 h., en el Salón del Hogar del Pensionista de Cerro Muriano.
Los premios fueron entregados por distintas autoridades como el Presidente de la Mancomunidad, la Alcaldesa de Obejo, Concejala de cultura de Obejo y la de Fuenteobejuna
Posteriormente hubo un pequeño concierto de guitarra y violín, que tocando temas clásicos y populares, hizo sentir a todos los presentes la conexión entre la literatura y la música.
Para finalizar se agasajó a todos los presentes con un ágape en el que se pudieron copmpartir impresiones entre todos.
Desde aquí también queremos felicitar al resto de ganadores de las distintas categorías.
POESÍA EDUCACIÓN PRIMARIA
2º Premio la obra titulada “El valle del Guadiato, es mi Comarca”de Rafael Torres Morales
POESÍA ESO- BACHILLERATO
2º Premio la obra titulada “El Río Guadiato” de Santiago Cid Ortega
1er. Premio la obra titulada “El Río y el Valle ” de Lydia Díaz Rodríguez
De Lidia no tenemos fotos ya que pocos días antes había sufrido una operación y evidentemente no podía asistir
La entrega de estos premios se llevó a cabo el pasado viernes 17 de diciembre, a las 19'30 h., en el Salón del Hogar del Pensionista de Cerro Muriano.
Los premios fueron entregados por distintas autoridades como el Presidente de la Mancomunidad, la Alcaldesa de Obejo, Concejala de cultura de Obejo y la de Fuenteobejuna
Posteriormente hubo un pequeño concierto de guitarra y violín, que tocando temas clásicos y populares, hizo sentir a todos los presentes la conexión entre la literatura y la música.
Para finalizar se agasajó a todos los presentes con un ágape en el que se pudieron copmpartir impresiones entre todos.
Desde aquí también queremos felicitar al resto de ganadores de las distintas categorías.
domingo, 20 de diciembre de 2009
DIBUJO PREMIADO EN EL CONCURSO DE CRUZ ROJA
Alba Pajuelo, alumna de 6º de E. Primaria, ha sido la ganadora del concurso de carteles navideños, organizado por la Cruz Roja.
El centro, con anterioridad a esta publicación, ya había seleccionado este dibujo, para la portada de nuestra tarjeta de navidad. Por tal motivo, felicitamos doblemente, a nuestra alumna.
Su dibujo que expresa y refleja el espíritu de la navidad, está expuesto en los locales comerciales de nuestra localidad.
¡ENHORABUENA ALBA!
No hay mejor premio, ni mayor satisfacción que ver tu obra publicada.
miércoles, 2 de enero de 2008
Relato Corto ganador del Segundo Premio en el Certamen de la Mancomunidad
NIEVA EN PEÑARROYA
La almohada estaba empapada en sudor, y yo sin poder dormir por ese motivo, rodaba entre las mantas por lo ancho del colchón.
No podía dormir, así que me incliné y me senté con la espalda apoyada en la pared. La ventana tenía un reflejo blanquecino mezclando con verde lima. Me froté los ojos para ver mejor, pero seguía sin saber de dónde provenían ambos colores. Me salí de mi cama y me puse las zapatillas.
Anduve con sueño hasta la puerta y por el estrecho pasillo miré a la ventana. ¿Era verdad lo que mis ojos veían?
¿De verdad la nieve, ocupaba una espesa capa en el suelo y llenaba las hojas de los árboles de blanco?
Pues entonces, al estar tan sorprendido, entré de nuevo en la habitación, cogí mi cámara de fotos del cajón, y abrí la puerta del patio.
Era una tarea costosa, porque la nieve al menos cubría cuatro centímetros. Sin bufanda, guantes, ni ningún otro elemento para protegerme del frío salí e hice fotos.
Solté la cámara y salí de nuevo al patio.
A medida de que avanzaba se iba abriendo un pequeño camino de huellas.
Entré de nuevo a casa e intenté buscar mis guates, pero como no los encontraba, fui a la habitación de mis padres.
-¡Papá, mamá! –Grité- ha nevado esta noche. Asomaros al patio. ¿Me podéis dar los guantes?
-Busca en los cajones del dormitorio. Creo que están en el cuarto –me dijo mi madre con voz soñolienta.
Corrí a mi habitación y busqué los guantes con tal nerviosismo, que cada vez que cerraba un cajón daba un tremendo golpe. Lo que conseguí hacer con eso, fue despertar a mi hermano.
¡Que nervios! Era la primera vez que veía nieve en Peñarroya-Pueblonuevo.
Cuando al fin me puse los guantes, salí al patio y unos minutos después llegó mi hermano.
Allí, los dos hicimos muñecos y formas raras, hasta que mis padres dijeron:
-Nos vamos.
-¿Por qué? Yo quiero jugar con la nieve –les contesté.
-Vamos a ir al Hoyo y a Ojuelos altos. Seguro que allí hay mas nieve.
Obedecimos, y nos montamos en el coche con un chándal de tela gruesa.
Cada minuto que permanecimos allí, nos entretuvimos, porque papá, nos contaba historias de su niñez.
Cuando paró el coche en el Hoyo, agradecí haber venido. Había una capa de nieve de treinta centímetros al menos.
En el maletero llevábamos unas grandes paletas, para tirarnos por las colinas montados en ellas, así que las cogimos y subimos un gran monte, poblado de encinas con las copas llenas de nieve.
En la punta mas alta, pusimos las palas en el suelo, nos montamos en ellas y avanzamos. Por la pendiente, la pala avanzaba sola y así nos tiramos un par de veces colina abajo.
Cuando nuestros pantalones ya estaban húmedos y teníamos los guantes empapados, nos montamos de nuevo en el coche, para terminar la ruta prevista en Ojuelos Altos.
Allí, cuando aparcamos, nos dirigimos a la cuneta de la antigua carretera. Nos tiramos desde el asfalto, y nos cubrimos de nieve hasta el ombligo. Costaba mucho andar allí. Al avanzar, llegamos a un camino, que comunica el pueblo con el cementerio, y mi hermano y yo, nos dimos cuenta de que había una gran rampa hacia abajo.
Nos sentamos en el suelo y la utilizamos de tobogán.
Algún tiempo después de estar allí, nos llevamos la mayor sorpresa. Empezaron a caer grandes copos.
Recién caídos al suelo, cogíamos puñados de nieve y hacíamos bolas con ellos. Ese era el mejor juego. La guerra de bolas.
Por la tarde, mucho tiempo después de que cayeran los copos, se empezó a derretir la nieve, y las cunetas quedaron encharcadas.
Nos montamos en el coche y cuando llegamos a Peñarroya, me di cuenta de un fallo. ¡Se me había olvidado hacer los deberes!
Había que responder preguntas de un texto.
En casa abrí el libro y sonreí.
Un fragmento del texto decía:
Así, empezó a nevar esa noche. Los niños hicieron muñecos y figuras con la nieve y a la mañana siguiente todos los patios y árboles, amanecían con una fina, y algunos con una gruesa, capa de nieve.
Fue un día maravilloso.
La almohada estaba empapada en sudor, y yo sin poder dormir por ese motivo, rodaba entre las mantas por lo ancho del colchón.
No podía dormir, así que me incliné y me senté con la espalda apoyada en la pared. La ventana tenía un reflejo blanquecino mezclando con verde lima. Me froté los ojos para ver mejor, pero seguía sin saber de dónde provenían ambos colores. Me salí de mi cama y me puse las zapatillas.
Anduve con sueño hasta la puerta y por el estrecho pasillo miré a la ventana. ¿Era verdad lo que mis ojos veían?
¿De verdad la nieve, ocupaba una espesa capa en el suelo y llenaba las hojas de los árboles de blanco?
Pues entonces, al estar tan sorprendido, entré de nuevo en la habitación, cogí mi cámara de fotos del cajón, y abrí la puerta del patio.
Era una tarea costosa, porque la nieve al menos cubría cuatro centímetros. Sin bufanda, guantes, ni ningún otro elemento para protegerme del frío salí e hice fotos.
Solté la cámara y salí de nuevo al patio.
A medida de que avanzaba se iba abriendo un pequeño camino de huellas.
Entré de nuevo a casa e intenté buscar mis guates, pero como no los encontraba, fui a la habitación de mis padres.
-¡Papá, mamá! –Grité- ha nevado esta noche. Asomaros al patio. ¿Me podéis dar los guantes?
-Busca en los cajones del dormitorio. Creo que están en el cuarto –me dijo mi madre con voz soñolienta.
Corrí a mi habitación y busqué los guantes con tal nerviosismo, que cada vez que cerraba un cajón daba un tremendo golpe. Lo que conseguí hacer con eso, fue despertar a mi hermano.
¡Que nervios! Era la primera vez que veía nieve en Peñarroya-Pueblonuevo.
Cuando al fin me puse los guantes, salí al patio y unos minutos después llegó mi hermano.
Allí, los dos hicimos muñecos y formas raras, hasta que mis padres dijeron:
-Nos vamos.
-¿Por qué? Yo quiero jugar con la nieve –les contesté.
-Vamos a ir al Hoyo y a Ojuelos altos. Seguro que allí hay mas nieve.
Obedecimos, y nos montamos en el coche con un chándal de tela gruesa.
Cada minuto que permanecimos allí, nos entretuvimos, porque papá, nos contaba historias de su niñez.
Cuando paró el coche en el Hoyo, agradecí haber venido. Había una capa de nieve de treinta centímetros al menos.
En el maletero llevábamos unas grandes paletas, para tirarnos por las colinas montados en ellas, así que las cogimos y subimos un gran monte, poblado de encinas con las copas llenas de nieve.
En la punta mas alta, pusimos las palas en el suelo, nos montamos en ellas y avanzamos. Por la pendiente, la pala avanzaba sola y así nos tiramos un par de veces colina abajo.
Cuando nuestros pantalones ya estaban húmedos y teníamos los guantes empapados, nos montamos de nuevo en el coche, para terminar la ruta prevista en Ojuelos Altos.
Allí, cuando aparcamos, nos dirigimos a la cuneta de la antigua carretera. Nos tiramos desde el asfalto, y nos cubrimos de nieve hasta el ombligo. Costaba mucho andar allí. Al avanzar, llegamos a un camino, que comunica el pueblo con el cementerio, y mi hermano y yo, nos dimos cuenta de que había una gran rampa hacia abajo.
Nos sentamos en el suelo y la utilizamos de tobogán.
Algún tiempo después de estar allí, nos llevamos la mayor sorpresa. Empezaron a caer grandes copos.
Recién caídos al suelo, cogíamos puñados de nieve y hacíamos bolas con ellos. Ese era el mejor juego. La guerra de bolas.
Por la tarde, mucho tiempo después de que cayeran los copos, se empezó a derretir la nieve, y las cunetas quedaron encharcadas.
Nos montamos en el coche y cuando llegamos a Peñarroya, me di cuenta de un fallo. ¡Se me había olvidado hacer los deberes!
Había que responder preguntas de un texto.
En casa abrí el libro y sonreí.
Un fragmento del texto decía:
Así, empezó a nevar esa noche. Los niños hicieron muñecos y figuras con la nieve y a la mañana siguiente todos los patios y árboles, amanecían con una fina, y algunos con una gruesa, capa de nieve.
Fue un día maravilloso.
Nieva en Peñarroya.
Alejandro Barrena Jurado
Poesía Ganadora en el Certamen de la Mancomunidad

MI COMARCA
¡Que bonita es mi comarca!
Con sus ríos y sus plazas.
Con sus flores y sus casas.
Con sus fiestas y sus gentes
que rebosan de esperanza.
¡Que bonita es mi región!
Que me alegra el corazón.
Pueblecitos y ciudades
Llenos de historias y pasión,
Que visitan otras gentes
Dejando buena impresión.
¡Que bonita es mi comarca!
Con sus encinas y sus campos.
Su Semana Santa y sus Santos.
Con su música y sus llantos
que te inunda el corazón.
¡Que bonita es mi comarca!
Tierra de gran afición
Que acogen al visitante
con todo su cariño y calor.
Montserrat Cañizares Soriano
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