Marie Rivier fue una mujer excepcional. Un regalo de Dios para la Iglesia.
Su gran pasión fue el amor a Jesucristo: Amarlo y hacerlo amar.
Repetía con frecuencia a sus Hermanas de la Presentación:
“Sed un Evangelio abierto donde se pueda leer a Jesucristo”.
Viajera incansable sigue haciéndose
presente en muchos lugares de nuestra geografía.
Don Rafael, párroco de San Miguel, manifestó a la comunidad su deseo, su ilusión, su interés de que esta "Gran Mujer" tuviera un cuadro en su parroquia.
Hoy ya es una realidad.
El sábado 15 de Marzo en la Eucaristía de las 19,30, don Rafael bendijo el cuadro con la imagen de
Marie Rivier.
Es un orgullo para nosotras, Hermanas de la Presentación de María de
Peñarroya-Pueblonuevo, que nuestra Fundadora sea tan querida y recordada por
muchas familias.
Vamos a pedirle que interceda
para que haya muchas jóvenes
quieran seguir a Jesús en la Presentación y así continuar su obra en la
Iglesia.
Gracias a todos.
La comunidad de las Hermanas de la Presentación de María.
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