El fútbol no es sólo un deporte de élite. Alos niños también nos gusta
practicarlo.
En el colegio, aprovechamos los recreos, para practicar nuestro deporte
favorito.
Con la ventaja, de que no jugamos como los profesionales, bajo presión
para ganar.
Ni jugamos ni por dinero ni fama. Sino que jugamos para algo mucho más sencillo y a la vez importante pasárnoslo
bien.
Por lo que tenemos que aprender a respetarnos, ver que un gol más o
menos no importa. Lo importante es que todos los jugadores pasen un rato
divertido. Sin cabernos daño, sin faltarnos el respeto, llamando a otro maleto…
o no pasarle el balón, pues no juega bien.
Todos formamos un equipo y todos juegan. Tenemos cuidado de no hacer
daño, pues se trata de pasar un rato de risas. Aceptamos las decisiones del
árbitro, aunque en ese momento incluso no nos parezcan correctas. Pues
aprendemos a respetar decisiones ajenas. Y todo ello con alegría. Porque somos
un equipo que crece como ser humano y
persona. En el respecto, empatía y unión.
De un equipo, una clase.
Texto realizado por
un alumno de 3º de Educación Primaria D.J.C
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