Nos invita el Sol que nace de lo Alto
(Lc. 1,75)
Que la Luz y el Amor de Dios se derramen en nuestros corazones con la llegada de su Hijo a nuestra tierra.
Luz y Amor para que nuestras manos sean prolongación de si misericordia, parq que nuestra voz sea eco de su alegria y de buenas noticias, para que nuestras vidas estén atentas y sensibles a los gritos y susurros del que sufre, para que nuestros pies sean hacedores de camninos de libertad y de paz.
Te deseo una Navidad vivida con integridad: sencilla y profunda: familiar y evangélica; austera y compartida; solidaria y misionera.
Prolonga tú la Navidad de Jesús en tu vida.
Un año más nuestras aulas se adornan para dar la bienvenida a la navidad.
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