El miércoles 18 de febrero, realizamos la celebración de la imposición de la ceniza, en la capilla. Este día, es el inicio de la Cuaresma, tiempo de preparación a la Pascua, de oración, penitencia y ayuno, recordándonos que es tiempo de conversión del corazón.
En este
tiempo se nos invita a cambiar en
nuestra vida todo aquello que no hemos hecho bien, y así prepararnos durante
cuarenta días para la fiesta de la resurrección. Hemos buscado las cosas con las que no estamos contentos, todas no las podemos cambiar. Cada
uno ha coloreado su emoticono con lo que queremos cambiar.
Los colores tristes
estarán asociados con cosas que queremos cambiar. Y color alegre transmitirá la transformación que queremos hacer.
Nosotros solos no podemos cambiar, necesitamos la ayuda de
Jesús. La cuaresma es un tiempo de encuentro con uno mismo y con Dios, y el
encuentro se hace en silencio y de corazón repitiendo: “Jesús ayúdame a cambiar
los colores tristes de mi vida por colores alegres”.
A lo largo de la celebración, en el panel se realizan tres
cambios importantes que convierten los colores feos y tristes en colores
alegres. Y después de la lectura del Evangelio y una pequeña reflexión se ha
llevado a cabo la imposición de la ceniza.
Terminamos con el padrenuestro
cantado.
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