Un año más, nos reunimos para
mostrar nuestra repulsa a la violencia y nuestro deseo de Paz.
PAZ, esa palabra tan lejana,
afortunadamente, cuando hablamos de guerra; y tan cercana cuando pensamos en
violencia de género, peleas, discusiones,… e incluso, cuando miramos dentro de
nosotros mismos.
Nos gustaría centrarnos en esa
última acepción de esta palabra. Esa PAZ que nos da serenidad y plenitud. Para
nosotros, cristianos, esa PAZ significa estar más cerca de Dios cuando seguimos
el ejemplo de Jesús y María, o cuando… Al despertar, agradecemos el amanecer de
un nuevo día. También en el momento en que afrontamos nuestro trabajo con
responsabilidad y entusiasmo. Cuando en casa, miramos alrededor y disfrutamos
de esos momentos tan especiales, que muchas veces nos pasan desapercibidos. Y,
al despedir el día, echamos un vistazo atrás y somos conscientes de que hemos
aportado algo de amor y cordura en este mundo tan caótico.
Nos gustaría terminar recordando
las palabras de Blanca Cotta:
Donde hay fe hay amor,
Donde hay amor hay paz,
Donde hay paz está Dios,
Y donde está Dios no falta nada.
DÍA DE LA PAZ on PhotoPeach
MANIFIESTO A FAVOR DE LA PAZ (AMPA)
Hoy,
en todos y cada uno de los países del mundo, muchos son los niños que padecen en
silencio los efectos y consecuencias de la violencia.
Esta
violencia toma numerosas formas y se manifiesta en la calle, en la vida
escolar, en el seno de la familia y en las relaciones de toda la comunidad.
Existe violencia física, psicológica, socioeconómica, medioambiental y
política.
Muchos
niños –demasiados– viven inmersos en una “cultura de la violencia”.
Aprender
a convivir se ha convertido en una de las prioridades más importantes de
nuestra sociedad. Es necesario rechazar la violencia y adquirir habilidades,
ideas, destrezas y valores que hagan posible una convivencia en Paz.
La
escuela y el sistema educativo pueden hacer mucho para alcanzar este objetivo.
La educación no solo busca que los alumnos y alumnas adquieran el máximo en
cuanto a los conocimientos, es también una prioridad educativa formar personas
que sean capaces de organizar sus propias vidas desde sus propios criterios y
valores de Paz.
La
educación para la paz es un proceso mediante el cual se promueven los
conocimientos, las destrezas, las actitudes y los valores necesarios para
lograr cambios de comportamiento que permitan a los niños, adolescentes y
adultos resolver conflictos de forma pacífica, prevenir la violencia y
contribuir a crear las condiciones para la Paz.
Los
padres y madres podemos y debemos jugar un papel importante en el desarrollo y
consecución de esta tarea que supone la educación de nuestros hijos para la convivencia positiva
y la Paz.